AUTITO CHOCADOR O DE COMO NO QUERER A MI TIA DELIA
- laugargarella
- 25 abr 2019
- 2 Min. de lectura
Ayer fue uno de esos días, que, como decimos con mi amiga Cecilia, un@ se convierte en un "autito chocador". Esos días en los que hacés todo lo que no tenías que hacer, decís "no no no voy a ir por ahí" y pam! soltás los frenos, agarrás todo los baches, te metés por la cortada (lo sabés) y te llevas puesta incluso tu sombra hasta que decís "ok, sí, acá entrego mi licencia de conducir". La primer parte del día transcurrió así. En la segunda (ya a pie) pasaron por suerte cosas mejores, hasta inesperadas, pero además recordé que era el cumpleaños 91 de esta mujer que está en la foto. Mi tía Delia, que es para mi, la definición de belleza. Siempre curiosa, siempre interesada por todo, inquieta, apasionada con sus cursos de jardinería, su coro, la calidez de su casa, sus amigas ("las chicas") ahí en Colón... la vida, en general. Y relaciono ambas cosas porque desde pequeña, cada vez que estuve en "modo autito chocador" ella me hizo sentir lo contrario. Es de esa gente que cuando le mostrás las abolladuras te hace ver el brillo del esmalte, la comodidad de los asientos, lo bien que está el tren delantero y hasta te pide dar una vuelta porque cree que podés ir a una velocidad que vos ni imaginabas tener. Es ese tipo de persona que ve en uno/a mucho más de lo que uno/a alcanza a intuír. Y le pone tanto énfasis y entusiasmo que hasta puede terminar convenciéndote de que un Fitito chocado es una Ferrari encubierta. Y ni siquiera importa que sea cierto ó no. El caso es que salís andando y agradeciendo que exista gente así, como ella, que ríe bien fuerte hasta que te contagia y en cada cosa que mira encuentra belleza ♡

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